Archivo de 9 de octubre de 2010

Evo Morales propina democráticamente una patada en lo huevos (con perdón)

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Evo Morales, el muchacho del jersey, el adalid de la libertad y la revolución más o menos pacífica, le arreó una soberana patada en los cojones, con perdón, a otro jugador en un partido de fútbol. Después vinieron las disculpas al público, al deportista y a todo el mundo, a la vez que las justificaciones de lo que no la tiene: Me han provocado.

A un presidente de un país no se le puede provocar, o mejor dicho, no puede dejarse provocar; Evo Morales no puede adoptar una actitud violenta porque el vecino lo “provoque”; su respuesta puede desencadenar un conflicto internacional y el pueblo que lo ha votado ser responsable de sus desaguisados. Evo Morales no se pone corbata, ni traje, pero puede acompañar a Toxo en el crucero de lujo y a Fidel en la revolución bolivariana de Chávez, entre los tres justifican porqué se califica de repúblicas bananeras a sus países: Muchas veces la culpa es de los gobernantes más que de un pueblo gobernado, pobre y condenado a la incultura y a la ausencia de medidas sociales. Cuando traten de levantar la cabeza siempre puede haber alguien que les propine una soberana patada en los huevos, con perdón.