Archive for the 'Sociedad' Category

El regreso

Casi cuatro años sin asomarme a través de esta ventana cibernética al mundo digital que nos rodea. Tiempo prolongado, durante el que sucedió de todo, casi siempre malo, desde una pandemia a una guerra más reciente, prueba del nueve de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.

Las circunstancias han cambiado, y la frecuencia de contacto con este mundo exterior ha de verse significativamente reducida, pero no a semanas o meses, ni años, como sucedió esta vez. Me llevará tiempo «limpiar» los entresijos del espacio e incluso valorar un nuevo aspecto, más moderno. Intentaré aprender lo necesario para hacerlo. La edad no habrá de ser impedimento o cortapisa para la voluntad de ampliar los conocimientos en cualquier ámbito.

La imagen, la de una guerra absurda, como todas, no es una bonita forma de empezar de nuevo, pero resulta un fiel reflejo de la triste realidad que nos rodea actualmente, además de la pandemia, el cambio climático o las hambrunas. Que este 2023 sea mejor para todos.

Violencia de género

José Javier Salvador, en la fotografía con la letrada que lo defendió por el asesinato de su esposa, Pilar Rebeca Santamaría, a quien terminaría igualmente matando unos años más tarde. Mantenía una relación sentimental con la abogada.

Es evidente que la prisión permanente revisable, en caso de haber sido aplicada, hubiese conseguido minimizar los daños sociales evitando, al menos, la muerte de la letrada.

No menos obvio resulta lo absurdo de los sentimientos humanos, que llevan a una excelente profesional del Derecho a establecer una relación con un asesino confeso, además, en un asunto de violencia de género.

Pese a que tenemos establecidos mecanismos de control para este tipo de asuntos, el buenismo nos lleva a cometer errores. La junta de tratamiento del centro penitenciario donde cumplia condena, no lo veía reinsertable; una decisión en contra de las recomendaciones -profesionales- terminó en otro crimen.

Son reflexiones, más o menos evidentes, invitándonos a no ser ciudadanos sorbedores/sopladores, como se dice ahora. Si se defiende a la vícitma de la violencia de género, no es razonable, a posteriori, desatender las recomendaciones del centro donde cumplen condena, en favor de una tolerancia mal entendida y que, en mi experiencia a lo largo de muchos años, siempre -digo siempre- ha costado vidas.

 

Kiko Matamoros

Se habló mucho estos pasados días, de la espectacultar belleza -y parecido con Angelina Jolie- de la nueva novia de Kiko Matamoros; uno, en su ignorancia, tiene el convencimiento de que la similitud no es fruto de la casualidad y que en el mundillo del famoseo, algunos detalles de este tipo tienen importancia. Al final, el representante artístico termina por compartir vida y otras cosas con esta dama de buen ver, aunque como en la mayoría de las ocasiones, afirman buscar la belleza en el interior, o una mujer que les haga reir. Eso mismo dicen las modelos espectaculares, quienes dicen valorar sobre todo la sinceridad, que suelen encontrarla en un jugador del Real Madrid, por poner un caso. El garboso cuerpo colgado de un andamio a las siete de la mañana de un apolíneo varón, suele despertar menos interés entre estas desinteresadas muchachas, tan amantes de la lealtad y la risa.

Totalán

Tengo claustrofobia. Nunca toleraría la excursión en una jaula como la mostrada en la imagen que ilustra la entrada de hoy, de la que entran y salen con toda naturalidad los valientes y abnegados profesionales que Asturias envió en busca de ese pequeño tras precipitarse por un pozo sin fondo. España entera demostró su capacidad de trabajo, su generosidad, coordinación y entrega en el trágico rescate del chiquillo. Contaba un «meme» en fechas recientes, que lo tenemos todo y que nos sobran los políticos; gracias a que no han intervenido -hasta ahora- en las labores profesionales de Totalán, se alcanzó un final tan triste como eficaz. Los mineros asturianos fueron protagonistas de esta auténtica hazaña, también como ejemplo de valor y buen quehacer, sean bienvenidos de nuevo a sus casas, a su tierra y con sus familias. Pasaron del anonimato a la heroicidad que siempre merecieron. Que sea enhorabuena.

Reyes Magos

El Ayuntamiento de La Coruña felicita las «fiestas de invierno» con esta elegante, a la par que femenina, idealización de los magos de oriente en otro sexo y otras razas. Al margen de la diversidad étnica, destaca la religiosa, pues una de las mujeres es portadora de un hiyab, propio de determinada confesión que, por cierto, se caracteriza por el respeto a los derechos de la mujer y la libertad de sexo, entre otras cosas.

El Sr. Sánchez, verdadero adalid en cualquier asunto que piense pueda reportarle votantes, felicitó a todos los españoles (y españolas, naturlamente) las «fiestas de invierno, pasando de puntillas sobre el carácter indudablemente religioso de las mismas; respetaríamos su criterio mucho más si un par de meses antes no hubiese hecho lo propio con el Ramadán, pero está vez sí, con todas sus letras. Claro que la «navidad» tiene una connotación claramente religiosa en un país con dos mil años de tradición cristiana, mientras el «ramadán», además de laico, es más antiguo en estas tierras.

Los pájaros disparan de nuevo a las escopetas. La ignorancia, la estulticia y la miseria son enseñas del actual presidente del gobierno, jaleado por instituciones como el Ayuntamiento de La Coruña con semejante publicación.

Hala Sporting

Desde niño fui a El Molinón, donde vi ascender a primera al equipo local, después, el tiempo y el trabajo me privaron de las tardes de fútbol, menos añoradas que aquellas discusiones sobre el partido que se prolongaban hasta bien entrada la noche. Eran otros años, cuando los jugadores vestían calzón corto y no se consideraban superestrellas del deporte. Ahora, mi Sporting de toda la vida, se moderniza, pone hasta un museo, destacando las virtudes de su equipo, «entrega, valor y compromiso», con una traducción ridícula e incorrecta, lo mismo que las virtudes del club. Ni cuando yo era niño se sentían los colores de la camiseta, eran mucho más importantes la ficha y la nómina y recuerdo al Sr. Uría correr defendiendo el uniforme azul del Oviedo y, poco tiempo después, el del Gijón. Pero además, la versión inglesa (tampoco entiendo por qué ha de ponerse en inglés cuando el nuestro es, con mucho, el segundo idioma del mundo occidental) se la encargaron a un licenciado (o doctor, vaya vd. a saber) a quien el deporte y el club le despertaban el mismo interés. Resultado: Mofas en todas las redes sociales de este Sporting del alma. Y lo peor: Merecidas.

Sra. Pedroche

No hace mucho tiempo, se consiguió prohibir (como siempre, en nombre de la libertad de alguien) las muchachas portadoras de sombrillas en los eventos automovilísticos, tanto de motociclismo como de fórmula uno, y ello en base a la denigración que suponía para el sexo femenismo, eso que dieron en denominar «cosificación de la mujer». La vida y las carreras siguieron -y siguen- sin que nadie ose criticar la publicidad, escasamente velada, de una bebida alcohólica -el Mumm- algo absolutamente prohibido también, desde hace años, y extremadamente más peligroso para la salud que la contemplación de unos glúteos embutidos en un ajustado mono de cuero. Sin embargo, la Sra. Pedroche, progresista donde las haya, encuentra respetable su actuación en Nochevieja -fecha indicadísima en Madrid para la utilización de un bikini- luciendo estampa, mientras su compañero de trabajo vestía un esmoquin. No es cosificación. Ni utilización. Ninguna feminista clamó ni criticó a la presentadora. Ella tiene derecho a cobrar los miles de euros que le reportan esos momentos de actuación vistiendo como le venga en gana, pero las chicas que obtenían cuatro duros por «decorar» un evento deportivo no tienen derecho a su trabajo porque el progresismo militante, adalid de la libertad, entiende que las denosta y «cosifica». Manda huevos.

Atienza

El pueblo que da título a la entrada de hoy forma parte de un cojunto de cinco, relacionados con el Cid Campeador y cuya visita puede realizarse prácticamente en el mismo día, dada la escasa distancia que los separa.

No es esa, sin embargo, la razón de publicar la imagen superior, se trata de la vista desde el castillo que muestra ¡una plaza de toros!, hecho insólito en el ambiente de lo políticamente correcto que impera actualmente en nuestro país. Sorprende que sea noticia, y lo es. Las corridas forman parte de la idiosincrasia popular, como la Semana Santa sevillana, la paella en Valencia o la liga de las estrellas. El mundo del toro es el más débil. Basta que media docena de pseudoprogresistas se vean escandalizados por el sufrimiento del animal, para que se inste la correspondiente prohibición en nombre de la libertad. Amigos de todo lo que sea vetar algo, se intentó con la celebración sevillana de la pasión y muerte de Cristo, y la respuesta popular obligó a plegar velas con rapidez a los ediles correspondientes. Por supuesto, podemos vivir en un país en el que el salario mínimo interprofesional sea reducido, pero en donde se dilapiden más de cien millones de euros en el fichaje de un sujeto cuyo mérito único es atizar patadas a un balón de cuero, haciendo, con excesiva frecuencia, trampas al fisco en este tipo de operaciones; por supuesto, a nadie se le ocurrirá cuestionar el deporte rey, y no por la corrección política, sino por el miedo a la reacción popular. Ya existía en la antigua Roma, y se llamaba pan y circo.

De todas maneras, quiero expresar mi alegría por ver la plaza de toros en la fotografía adjunta. En un pueblo. Con ese paisaje castellano -y español- de fondo. Una plaza portátil que sobrevive sin agresiones de quienes pretenden imponer sus ideas mediante la prohibición y el veto. Una razón para el júbilo.

Una concejal de Podemos casa a 15 mujeres consigo mismas

Previamente a la «boda», cada mujer hizo cursillos patrimoniales, despedida de soltera, eligieron el vestido y el anillo, y certificaron la ceremonia ante la concejal Carmen Muñoz, ecofeminista de Podemos en Bilbao. También se prepararon para la noche de bodas, a cuyo respecto «el autoerotismo —dice una de las organizadoras— es tan satisfactorio… o más».

A la vista de las noticias, cada vez más estrambóticas, le apetece a uno convertirse en políticamente incorrecto cuestionándose hasta donde llegará el grado de gilipollez que infiltra, como un cáncer, el progresismo militante. Alcanzaron cuota de poder con los votos del desencanto, de aquellos que no llegaban a fin de mes con el salario mínimo, con todos esos enfermos en interminables listas de espera para ser intervenidos quirúrgicamente, y su preocupación actual es la exhumación de Franco, la memoria histórica -de lo sucedido hace más de ochenta años-, el buenismo absurdo con la inmigración ilegal y la sobreprotección de la mujer, por cierto, sin haber conseguido reducir un ápice la triste estadística de féminas asesinadas por sus parejas o exparejas. Cásese consigo misma y mastúrbese la noche de bodas; parece la forma más sincera de predicar el egoísmo feminazi y estrafalario, estrafalario a tenor de la imagen quen ilustra la entrada de hoy. Y realícese el acto, en conjunto, auspiciado por un político electo -la concejal Carmen Muñoz- con capacidad para legalizar un matrimonio. Ahí es nada. Luego, si uno se lo toma a chirigota y sugiere la sospecha de que el banquete de bodas incluía almejas y tortilla en el menú, lo tildarían de machista rancio y recalcitrante, pero, pese a eso, hay asuntos que no pueden ser tomados en serio.

Escisión podemita

La corriente que hasta hace poco formaba parte de Podemos Madrid bajo el nombre Madrid Integral y Democrático (MID) ha decidido dar el paso y registrarse como nuevo partido político en el registro del Ministerio del Interior. Se trata de la Unión Integral y Democrática de Todos los Pueblos (UNID).

Otra línea de pensamiento divergente a la establecida como oficial por parte del mesiánico líder de la formación morada da el paso hacia adelante y, siguiendo el modo de actuar del progresismo militante, decide viajar en solitario, incapaz de aunar fuerzas, y sobre todo intereses, en común con la raíz del partido; disquisiciones a veces escasas, pero que restan protagonismo -imprescindible- a determinados sectores y, sobre todo, un puesto preeminente desde el que vivir de la política y no para ella. Rajoy era registrador de la propiedad y volvió a Santa Pola, su destino hace más de un cuarto de siglo, al abandonar la política, renunciando a su sueldo de expresidente. ¿Hará lo mismo el Sr. Sánchez?. ¿Con que alternativa cuenta D. Pablo Iglesias?. ¿Cual es la profesión de D. Santiago Abascal?.


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