La pareja del año

El amor rejuvenece y si no que se lo digan a Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. Pero aún así no siempre parece ser lo suficiente, por lo que la popular pareja ‘se deja querer’ en la clínica Buchinguer de Marbella, donde año tras año acuden para paliar los efectos del verano en su organismo con sus exclusivos tratamientos détox. De este modo, después de regresar de sus vacaciones en un lujoso resort de las Maldivas, la socialité y el premio Nobel se encuentran disfrutando allí de su rutina de cuidaos y relax, que incluye una estricta dieta hipocalórica y algo de ejercicio físico, por lo menos, en el caso del escritor. Y es que todas las mañanas se dedica a dar largos paseos en solitario de al menos hora y media por el paseo marítimo de la localidad malagueña.

Tanto monta, monta tanto, el aspecto momificado del Nobel y la ex más famosa de España, viven una segunda juventud arreglando en clínicas de alto nivel los problemas de carrocería propios de la edad. La senescencia es un proceso fisiológico que afecta a la totalidad de la especie humana en su inexorable camino hacia la muerte, en cuyo recorrido se van haciendo notar las huellas del tiempo. Envejecer con dignidad -y con resignación- empieza a convertirse en virtud de unos pocos, escasamente proclives a mostrar una imagen que sorprenda tristemente por su artificiosidad.

Vergonzoso

La portada de la revista Hola de hace un par de semanas, merece un boicot; no es que uno esté contra la prensa amarilla, que de todo tiene que haber, es que el título de la segunda noticia más relevante para esta publicación, produce escalofríos: «Hay momentos durísimos, pero hay que seguir adelante». La sesuda declaración fue de Isabel Preysler, supongo que hecha desde su casa de dieciséis habitaciones y otros tantos cuartos de baño y antes de acudir a uno de los «saraos» que organiza Porcelanosa para mantener los azulejos en el «candelabro». En España miles de personas viven en el umbral de la pobreza, miles de personas carecen de techo, de comida, de Seguridad Social, de ingresos; miles de personas viven de la ayuda de sus familiares o directamente de la caridad de sus vecinos, mientras Dª Isabel habla de la dureza de la vida e insinúa la capacidad de sacrificio para seguir adelante que fue necesaria en el caso de esta dama filipina venida a más. No cuestiono su valía, pero permítaseme el beneficio de la duda en lo tocante a la dureza de su vida en los momentos difíciles.