La imagen de la entrada de hoy se corresponde con el Eclipse, el mayor yate del mundo, propiedad del millonario ruso Sr. Abramovich, que tiene además, otros cuatro barcos algo más pequeños de tamaño. Este monstruo, cuya grandeza se ve disminuida por precisar el atraque en el mismo espacio que ocupan los grandes cruceros en razón de su tamaño, mide unos ciento sesenta metros de eslora y costó trecientos cuarenta millones de euros su construcción, a los que se puede añadir casi otr acantidad similar en el equipamiento que consta, entre otras lidezas, de un submarino para hacer excursiones bajo el mar.
Decididamente, la riqueza está muy mal repartida.
Las dos caras de la verdad 
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