Es la misma mujer la que muestran las tres instantáneas de nuestra entrada de hoy; la misma Teresa Lourdes Borrego Campos que abandonó sus estudios de COU en 1.984 para dedicarse al mundo del famoseo, participando en programas diferentes del mismo pelaje; incluso tuvo un papel en una o dos películas. Su manía por derrochar dinero contratando amplio servicio, rehipotecando su piso (un triplex en Pozuelo de Alarcon de más de quinientos metros cuadrados) hasta en tres ocasiones, la enfermedad de base y otros avatares de la vida, la colocan a a día de hoy en una situación económica comprometida de la que, según se dice, la saca su madre ayudándola periódicamente. Sigue abusando del tabaco y hace poco caso a los kilos de más, dos cosas perjudiciales para su salud; da la sensación de que el tren pasó hace ya demasiado tiempo como para recuperar interés en el viaje; por si fuera poco, en fechas recientes, uno de sus «ex», Pipi Estrada aireó los trapos que consideró oportunos, supongo que a cambio de cierto montante económico. La miseria de los juguetes rotos.
Las dos caras de la verdad 
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