Nadia

Esta es la página del auto del juez en el que describe la naturaleza de las imágenes encontradas en un dispositivo de memoria de los padres de Nadia, la chiquilla supuestamente afectada de una grave enfermedad, por la que pidieron dinero en internet, obteniendo, de forma aparentemente fraudulenta, hasta un millón de euros que les permitió vivir en la abundancia, sin gastar tales cantidades en los tratamientos que la niña podría, incluso no necesitar. Ahora, ahondando en el esperpento, resulta que practicaban sexo explícito, incluidas felaciones, a escasos centímetros de la menor, filamando o retratando con todo lujo de detalles el acto sexual. Algo perverso ofrecen las nuevas tecnologías, como es el servir de base a este tipo de actuaciones deleznables, que hacen perder a uno la escasa fe que le queda en la especie humana; la hipocresía de los letrados (se trata de instantáneas para seguir el curso de la enfermedad cutánea de la niña), la lentitud de la justicia, la frialdad de los progenitores al descubrirse sus miserias, no contribuyen a creer en un futuro mejor.