Atentado

El caballero que ilustra la entrada de hoy, es Manuel Murillo, de sesenta y tres años de edad, poseedor, según el diario Público, de un importante arsenal de armas, entre las que se encontraba el subfusil que aparece en la base derecha de la fotografía, capaz de disparar ochocientos cincuenta proyectiles por minuto, lo que lo convierte en absolutamente letal en manos de un experto tirador, como el del caso que nos ocupa.

El problema estriba en que dicha arma no se encontraba en el inventario realizado por las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado en el registro que sufrió D. Manuel, auténtico «lobo solitario» que pidió ayuda por whatsapp para consumar su plan, que era un tirador mediocre y cuyo «arsenal» no disponía de rifles de precisión, ni armas de largo alcance, pero sí de varias escopetas y pistolas de aire comprimido.

La esperpéntica situación permite concluir que Público miente. Si recordamos una reciente entrada en este mismo espacio, fue el medio defendido por el Sr. Monedero como independiente, frente al «pseudperiodismo» de Inda o de El Mundo, con lo que, o D. Juan Carlos también miente o defiende el embuste como forma y medio de información, o mejor, de desinformación.

Finalmente, el riesgo de atentado, debidamente aderezado, sirvió al actual presidente del gobierno, para ofrecer una determinada imagen, llegándosele a comparar con Kennedy por cierta prensa. Se les olvidó que quien de verdad sufrió un atentado, fue D. José María Aznar, salvando la vida gracias al especial blindaje del vehículo en el que viajaba, casi rechazando acudir a uno hospital tras sufrir el brutal impacto, y jamás se intentó sacar rédito electoral de tal circunstancia. No imagino a D. Pedro Sánchez descendiendo del automóvil con la sangre fría y la entereza que lo hizo el político popular. De ninguna manera. Se trata de una cuestión de gónadas, y le faltan en número o cantidad.